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certain place, to fetch salt water, etc., or to penna galinha ("chickenfeathers") or fura brac' ("go through hole"). Penna galinha means "to have one's hair plucked like a chicken's feathers;" fura brac' means "to creep between some one's spread legs, he having the right to spit on you, to pour water on you, to squash you, etc."

EL SOMBRERO CHAMBERGO.

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ELSIE CLEWS PARSONS.

Continuando nuestro propósito de informar a los lectores de esta revista sobre nuestras investigaciones folklóricas en la Argentina,' daremos una brevísima sinopsis sobre la tercera de las monografías que hemos dedicado a esta materia. El objeto de este trabajo era presentar una compilación de los datos literarios y de observaciones propias sobre el traje gauchesco en las diferentes épocas. El sombrero ha sido tratado especialmente; por eso la presente monografía se intitula "El chambergo," voz con que se llama actualmente, en la Argentina, el cubrecabeza blando del campesino u hombre del pueblo.

Distintas son las asepciones de esta palabra en las diferentes regiones del habla castellana, a saber:

Chamberga, substantivo femenino, significa o significó en España cierto regimiento de la guardia real de 1669-77; la casaca usada por los individuos de dicho regimiento; una especie de danza y tañido vivo y alegre; cierta enfermedad del ganado lanar y cabrío; en Andalucía, un género de cinta de seda muy angosta; en Álava, en la combinación: Ferrería de chamberga, la dedicada a la construcción de sartenes y otros objetos análogos; en Cuba, una planta y la flor de ella; en Honduras, una planta trepadora, tal vez idéntica a la anterior; en Colombia, la cuerna; en Pernambuco (Brasil), según Rodolfo García cuya obra no estaba publicada cuando se imprimió la mía, xumberga significa embriaguez; en Pernambuco, según Alfredo de Carvalho cuyo libro recién ahora he podido consultar, era Uxumbergas, respectivamente, según García, Xumbergas, el apodo para un antiguo gobernador de Pernambuco, Jerónimo de Mendoça Furtado quien inauguró su gobierno en 1664, pero pronto fué tomado prisionero por el pueblo y devuelto a Lisboa; una canción popular burlesca sobre este acontecimiento, se canta hoy en día todavía en Pernambuco.

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xumbergar, verbo, significa en Pernambuco emborracharse."

chamberquilla, substantivo femenino, en Andalucía, un género de cinta de seda muy angosta.

chambergo, substantivo masculino, significa o significó en España el individuo (oficial o soldado) del regimiento de la guardia real de 1669-77; 1 Robert Lehmann-Nitsche, Clasificación de las adivinansas ríoplatenses (JAFL 28 [1915]: 412-416); La mutilación operatoria del caballo recelo en la América Latina (Ibidem, 28: 409–412).

2 El chambergo (Boletín de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, 21 [1916]: I-99).

• García, Diccionario de brasileirismos (peculiaridades pernambucanas) (Revista do Instituto Historico e Geographico Brasileiro, 86 [1]: 947; edición especial página 291). Rio de Janeiro, 1915.

De Carvalho, Phrases e palavras. Problemas historico-etymologicos. I Serie, página 74-80. Recife, 1906.

García, Diccionario, etc., página citada.

• García (Ibidem).

el sombrero usado por los individuos de dicho regimiento; en la Argentina, el sombrero blando del campesino u hombre del pueblo; en Cuba un pájaro (Dolichonyx oryzivorus Swains) que hace grandes estragos en los arrozales.

chamberguido, substantivo masculino, en la Argentina usado de vez en cuando en vez de chambergo (en el sentido de sombrero).

chambergo, -a, adjetivo, combinase en España con regimiento, oficial, soldado, casaca, sombrero, seguidilla; en la Argentina, con sombrero.

a la chamberga, adverbio, en España, según la forma de las prendas del uniforme del regimiento chambergo; pintura a la chamberga, manera de pintar esculturas de madera, puertas, ventanas, paredes y otras cosas no expuestas a la intemperie, usando colores preparados con barniz de pez griega y aguarrás.

Según el modo de contar, resultan pues diez y seis o diez y siete significaciones, ya en forma substantival, ya adjetival, ya adverbial, que derivan del nombre del célebre mariscal Armando Federico Schomberg. Nació el mariscal Schomberg (así fué afrancesado y españolizado su nombre alemán Schönberg) en Heidelberg, Alemania, en 1615 y murió en el combate de la Boyne, Irlanda, en 1690. Su descendencia directa se extinguió con su nieto, pero su linaje florece todavía y lleva el nombre original de Schönburg. Uno de los más célebres militares de su época, estuvo al servicio de Suecia, Francia, Portugal, Inglaterra y Brandenburgo; ver las enciclopedias. Es de interés recordar aquí que en 1661, por orden de Luis XIV, fué a Portugal y maniobró contra los españoles con tanta suerte, que España, en 1668, tuvo que hacer la paz y reconocer la casa de los Braganza y la independencia de Portugal. En aquella época, como bien se entiende, era famosísimo en toda la península ibérica. Personaje de buena apariencia, se cuidaba mucho para andar siempre limpio y bien vestido; en Portugal, su ejemplo fué seguido por la gente, que llegó hasta vestir a los santos y santas para las procesiones, a la chamberga, es decir, con justacores bordados, pelucas rubias y puntillas de Francia, abuso que fué prohibido por la curía. Hasta sus bigotes, como debe agregarse según Carvalho,1 servían de modelo y fueron glorificados, en una décima, en 1665, por el poeta lisboense Antonio Serrão de Castro; aquel gobernador de Pernambuco ya mencionado, también usó ropas y bigotes a la chamberga, por lo cual fué burlado, en la colonia brasileña, con el apodo de "Uxumbergas" u "O Xumbergas;" y como estaba dedicado a la bebida, xumberga llegó a ser equivalente de: embriaguez, y xumbergar, de: emborracharse. Respecto al mariscal Schomberg, parece que era autor del uniforme de infantería usado en aquella época en Francia y probablemente también en Portugal, y que este uniforme, en sus partes esenciales, fué copiado por un regimiento de la guardia española que se formó en Madrid en la menor edad de Carlos II, gobernando el país la reina Mariana de Austria.

El citado regimiento de la guardia fué creado en 1669 y disuelto en 1677. Motivó su creación “la necesidad de reunir en un cuerpo preferente los mejores elementos de fuerza que reunía el ejército, a fin de oponer a las miras de don Juan de Austria una barrera en que se estrellaran sus esfuerzos para dominar a la reina gobernadora. La existencia de esta guardia no fué muy larga. Después de muchos escándalos ocasionados por la ambición de don Juan de Austria, consiguió éste quedarse dueño de la voluntad y persona del

De Carvalho, obra citada, página 78.

rey, y tan pronto como se vió en esta posición, hizo que se alejara de la corte el cuerpo de que se trata." Este regimiento fué llamado ya durante su existencia “la chamberga" o "regimiento de la chamberga," especie de apodo que recibió por su informe, de cuyas prendas, la casaca y el sombrero, habrán sido las más llamativas. El mismo mariscal Schomberg, defendiendo los intereses de Francia, combatió contra este regimiento, en el año 1675, en Monjuí, etc.

En

La introducción del gran sombrero redondo, como lo usaba el pueblo, en el uniforme militar, no debe extrañar si seguimos las modas de esa indumentaria en España desde el siglo XVI. La guerra de los treinta años, había glorificado al sombrero aldeano, que en adelante también fué usado por la gente bien, agrandándosele, por la moda siguiente, el ala, y apareciendo también, como adorno, una pluma de avestruz que caía sobre la nuca. tal forma, el sombrero aldeano forma parte del uniforme del regimiento de la chamberga y se hizo popular; aún disuelto el regimiento que le diera el nombre, quedó el apodo de "chambergo" para el sombrero blando común, y con este significado llegó la voz al Río de la Plata. En cuanto a España, inútiles eran las leyes de la corte para prohibir el encapotamiento con manto y gacho y facilitar así la introducción de las modas francesas; recién en la segunda mitad del siglo XVIII, el sombrero de tres picos empezó a reemplazar al chambergo redondo, "indecente y nada conforme a la debida circunspección de las personas."

El estudio del cubrecabeza en la Argentina, ofrece detalles interesantes para la historia comparativa de la cultura del mundo antiguo y clásico. Usábase aquí antiguamente entre los campesinos un gorrete, sacado de la cabeza del potrillo o burro con cuidado para no hacerle perder la forma, sin costuras, con las orejas paradas. No dudo que se trate de una antiquísima supervivencia del mundo antiguo, que se extinguió ha mucho en los países del origen y que se había conservado más tiempo en territorio colonial a donde fué transladada. Baste recordar la correlación de este gorrete con el abrigo del cuerpo total, hecho con la piel de un animal cazado, y usado por pueblos primitivos de la antiguedad clásica, correspondiendo las partes craneales de la piel, a cubrir la cabeza del hombre, etc.

Agregando un detalle nuevo a la monografía que estoy relatando, me permito observar que como cimera del blasón de armas de los condes de Salm, aparecen orejas de burro; pero no son otra cosa que aquel correte que es desconocido a los artistas heráldicos de nuestra época. Por el momento, aquel escudo de armas es el único documento para la Europa que comprueba la existencia del primitivo gorrete en el mundo antiguo.

No menos primitivo, y también reliquia de la época de Maricastaña, es otro tipo de cubrecabeza, el sombrero llamado panza de burro, cortado antiguamente de la piel abdominal (¡el más blando!) de aquel animal y secado sobre una copa de palo; más tarde, en la misma forma cónica, fué hecho de pelo o lana, llevando por consiguiente el nombre primitivo, aunque ya fuera de material muy distinto. El término "panza de burro" es usado actualmente, en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, como apodo de la cifra 30 en el juego de la lotería.

El hecho de que el nombre de aquel sombrero arcaico deriva de su material, es decir de la verdadera piel abdominal del asno y no de su forma, permite tal vez resolver un punto dudoso de la arqueología clásica. Usaban los

antiguos griegos y romanos dos clases de cubrecabeza, el petasus y el pileus. Ha llamado la atención de los lexicólogos que petasus, o más bien dicho petaso, es decir, la misma voz con terminación distinta signifique también el hombro de animales, especialmente del cerdo, y se ha buscado explicar esta coincidencia; Forcellini, por ejemplo, en su Totius latinitatis lexicon, opina que aquella región haya sido llamada petaso, "quia ita expansus est ut petasi quandam figuram referat." Creo yo que aquel sombrero no era otra cosa que un pedazo de piel o de cuero redondo, cortado del hombro de animales domésticos, región que por sí sola ofrece cierta concavidad que facilmente puede adaptarse a la cabeza de un hombre; el sombrero chato del dios Mercurio, bien conocido por tantas reproducciones de este símbolo comercial, puede dar una idea de aquel tipo primitivo de sombrero. En lo que hace al pileus, fué hecho, según los diccionarios, de pelo o lana y era más bien una gorra, sin duda un tipo más perfeccionado, no habiéndose utilizado piel, es decir cuero pelo, sino sólo este último: proceso de evolución idéntico al que se ha podido comprobar, todavía no ha mucho, en los países del Plata, donde el sombrero de piel (= cuero y pelo), fué reemplazado por el de pelo.

Además de los dos citados tipos, había en la época colonial del Plata, entre la gente baja: gorros de piel muy peluda (tal vez de mono); gorros de manga (como hoy en día se usan todavía en Cataluña y que como "gorro frigio," representan el símbolo de la libertad); galerones, probablemente prenda de un habitante de la ciudad y adoptada excepcionalmente por un gaucho lechuguino; al fin, y hasta la mitad del siglo pasado, dominaba el sombrero de pajilla, tal vez artículo de importación de las regiones del norte (Corrientes, Paraguay, Bolivia, Perú).

Sea cual fuera su forma, siempre es llamado "sombrero" el cubrecabeza del gaucho, hasta los últimos decenios del siglo XIX. Tenía ciertos detalles, muy acentuados por los tradicionalistas: el barbijo, sujetado bajo la barbilla o bajo el labio inferior o bajo la nariz, y terminando de vez en cuando en una borla, con un anillo corredizo que servía para ajustarlo, quedando la borla siempre en el mismo punto, los poetas populares se sirven de este detalle pintoresco para comparar con él su Dulcinea. Otro detalle es la manera de llevar el ala delantera del sombrero, bien levantada, y el sombrero mismo a la nuca echado. A cierto modo de llevar el sombrero, responde la comparación: andar como mula enferma.

El nombre "chambergo" quedó limitado, parece, al lenguaje del porteño (habitante de la ciudad de Buenos Aires) hasta más o menos el séptimo decenio del siglo pasado; recién alrededor de 1880, suele llamarse chambergo, también al sombrero del gaucho. Los ya citados detalles del barbijo, del ala delantera levantada y eso de echarse el sombrero a la nuca, se repiten también cuando se trata del chambergo.

El gaucho con su indumentaria típica va perdiéndose, motivo para buena parte de la poesía popular. Mientras tanto, el chambergo ha llegado a ser parte característica de cierto elemento social de las ciudades y especialmente de Buenos Aires que se conoce como "compadrito," pero ante todo del elemento malo ("lunfardo") que habita los suburbios de la capital federal; como tal, el chambergo puede considerarse como símbolo del malevaje; la poesía popular sabe pintar muy bien este tipo repugnante.

Dice un refrán que los extremos se tocan; el chambergo del criminal hace

competencia en su popularidad al chambergo, usado con el uniforme militar, por oficiales argentinos de alta jerarquía; ya San Martín solía usar esta combinación democrático-militar; lo mismo se cuenta de Lavalleja (uruguayo) y de Mansilla. El chambergo del general Mitre ocupa un capítulo especial.

El general Mitre, que gozaba de popularidad enorme, usaba con traje civil un chambergo negro, obligado al principio a llevar un sombrero blando a causa de las molestias de una cicatriz en la frente, resultante de una herida que había recibido en el combate de Langdon en 1853. Tanto se acostumbró en lo sucesivo a esta clase de sombreros, que él y su chambergo, eran inseparables. El pueblo vió pronto en el característico sombrero del general popular y venerado, el símbolo de la suprema democracía e igualdad; en este sentido, abundan las necrologías que se escribían a la muerte del ilustre estadista; se acuñó una medalla cuyo anverso demuestra un chambergo, radiante cual sol que se pone, con la leyenda; Silencio! (el reverso es liso); durante el entierro, el último chambergo de Mitre, junto con el elástico (i.e., tricornio) de general, estaban expuestos en la capilla ardiente y acompañaron el féretro a la última morada.

Imitación del homenaje al chambergo de Mitre, representa un trozo literario sobre el sombrero de la misma clase, del socialista italiano Ferri y el culto al último chambergo del jefe revolucionario uruguayo Aparicio Saravia. La voz "chambergo," en Uruguay, es de poco uso, más bien se dice "gacho;" "gacho y golilla," como otras piezas de la indumentaria gauchesca y popular, han encontrado su glorificación por parte de los trovadores populares.

La voz chambergo es pues corrupción de un apellido alemán; en la Argentina, sin embargo, esta clase de sombreros es considerada como "genuinamente criolla" y se ha creado la frase "ponerse chambergo," para decir "acriollarse, argentinizarse."

MUSEO DE La Plata,

JUNIO 10 DE 1918.

Robert Lehmann-Nitsche.

CAT'S-CRADLE.-Cat's-cradle (suertes) is played in Mexico in the same manner as in Europe. The figures correspond to those given by Caroline

Furness Jayne, in her book "String Figures" (New York, 1906). They are

called as follows:

1. Mesa (Fig. 741, p. 325). 2. Cocol (Fig. 744, p. 327).

3. Palotes (Fig. 746, p. 328).
4. Mesa Zapatero (Fig.751, p. 331).

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